¿Tocado o pamela?

Los tocados y pamelas son el toque de distinción para las féminas en una boda como complemento a sus vestidos. Dejando de lado las modas y gustos de cada mujer, sí hay que tener en cuenta el protocolo que marca que las pamelas o sombreros sólo se deben utilizar el bodas de día, siempre y cuando no llueva (no hay que olvidar que su principal función en protegernos del sol). Este hecho limita su utilización entre la primavera y las primera semanas de otoño.

Máxima de Holanda

Princesa Letizia

Mientras que los tocados están pensados tanto para el día o la tarde como para la noche, sólo variará su tamaño dependiendo del momento. Los tocados más grandes se usarán por el día y los de menor tamaño por la noche, pero pueden lucirse durante todo el año.

Invitada a una boda vintage, con cinta y flor lateral.

Tocados con cinta.

Carlota Casiraghi, con un tocado de diadema con rejilla

Las bodas de las casas reales de Europa son una muestra de preciosos tocados como éste.

Hay que decir que el tocado se debe colocar siempre a la derecha. Su explicación protocolaria es que el acompañante masculino irá situado a la izquierda de la mujer, y es por eso que si nos ponemos el tocado a la derecha, si fuera de gran tamaño, no moleste a nuestro partner.

Tocado con turbante.

En el caso de elegir un tocado como complemento habrá que tener en cuenta también el tejido y material con los que está confeccionado, ya que serán estos los que marquen la estación más adecuada para llevarlos. Asimismo, en invierno los fieltros y terciopelos son los más apropiados, y para la primavera y el estío serán perfectas las sedas o la rafia.

Dos ejemplos de tocados.

Hay que escoger el tocado teniendo en cuenta las facciones y el cuerpo, combinado siempre con el vestido, joyas y peinado. Los elementos metálicos y las diademas son otra opción que son tendencia para adornar el pelo.

Por último, cuando tomes la decisión de lucir en una boda un tocado o una pamela deberás llevarlo durante todo el evento, por lo que se recomienda que sean cómodos, estén bien sujetos y no impidan que molesten al saludar. Tienes que pensar que lo que te pones no te lo debes quitar.
Todas estas puntualizaciones las marca el protocolo, sin embargo es simplemente eso, protocolo, de no obligado cumplimiento cuando son bodas no muy formales. Siempre hay que tener en cuenta que el sentido común y el estilo personal de cada invitada son las claves para ir adecuada con el entorno.